domingo, 28 de enero de 2024

 


Señoras y Señores, Ladies and Gentlemen… les presento la fábrica de sueños, donde la obsesión por la belleza es tan contagiosa que hasta las muñecas hinchables se están planteando consultas de aumento de pecho.

Estamos aquí porque está claro que ser parte del "club de cuerpos naturales" no es tan exclusivo como serlo de un club de “lucha contra la gravedad”.

¡Oh, las arrugas! Esa cosa molesta que te recuerda que estás envejeciendo más rápido que el último iPhone.

Así que ¿Por qué tener un cuerpo ADSL pudiendo tener el ultimo modelo con tecnología 5G? Unos labios espaciales 3.0, o una nariz tan elevada que incluso los pájaros te pedirán permiso para volar sobre ella. Unos pechos que se balancean con la elegancia de un cisne dando saltitos en un lago. Nalgas interactivas que respondan a comandos de voz. Y por supuesto, una silueta liposuccionada y hambrienta hasta alcanzar el vacío estelar.

No hay de que preocuparse, porque aquí tenemos el "elixir de la belleza crepitante", el único capaz de hacerte lucir tan joven que la gente te confundirá con la hija de tu propio selfie.

No importa si tus padres querían que brillaras mas que el propio sol, y te empujaron a bailar con un hipopótamo azul antes de aprender a gatear, aunque olvidasen que incluso las estrellas más fulgurantes necesitan su espacio en el universo, y ahora, estás más apretujada que un astronauta en una lata de sardinas cósmicas."

No importa si has decidido alcanzar el cuerpo de una diosa del Olimpo, alimentándote sólo de aire destilado, y alucinaste al averiguar que las diosas en realidad comían ambrosía y nunca anhelaron una silueta “palo de regaliz”, Pero ellas, claro, tenían su propia versión de "día trampa" con indulgencias divinas.

No importa si para pellizcar las estrellas, tienes que regalar roces, y empapelar los cuerpos de empresarios y magnates con tu propia piel. Que confundas las letras de “amaré” con las de “ramera”. Ni que cambies contratos de amor por pactos de fama.

No importa si necesitas unos músculos tan duros que hubiesen hecho naufragar al Titanic, tonificados como cuerdas de violín y capaces de romper huevos de avestruz, contra los que la única competencia pueda ser una máquina de refrescos. Que ahí, si pierdes, al menos te llevas una lata de cerveza.

No importa si tu adicción a la fama es como una montaña rusa, vacía de sentido, si, pero con intensos subidones y vertiginosos bajones corriendo cada vez más a menudo por tus pulmones, tu sangre, y la totalidad de tu cuerpo y anulando tu mente mientras bailas el hip-hop de la muerte.

Y no importa, en definitiva, que hayas decidido ser tan perfecta como tu foto del Facebook, sometiéndote a un tren de cirugías y rasgando y mutilando tu triste pellejo. Porque ahora eres mas divina que Santa Hermenegilda de la nariz respingona, aunque ya ni siquiera puedas cerrar los ojos y cuando hablas los sonidos que salen de tus labios “modelo flotador”, sólo sean audibles para los murciélagos.

Mis queridos potenciales seres divinos, nunca olviden que la belleza está en el ojo del que tiene más seguidores en Instagram. Y aquí, en el mundo de la belleza extrema, no se trata sólo de verse bien, ¡se trata de verse tan maravillosamente surrealista que ni siquiera Pixar podría dibujarte mejor!

Como diría el mismísimo Buzz Lightyear… ¡A la belleza histriónica y más allá!

Y así concluye nuestro desfile de locuras estéticas, donde la única regla es que no hay reglas. Recuerden, damas y caballeros, la estética artificial no es sólo una mejora, es una obra maestra en constante construcción.

¡A remodelar! que la vida y la salud no son tan importantes como para tomártelas en serio.

© Eva López

No hay comentarios:

Publicar un comentario